lunes, 19 de junio de 2017

Twin Peaks 2017

Tras veinticinco años David Lynch nos ha vuelto a traer la mítica serie de Twin Peaks.

Os pongo en antecedentes de mi situación, yo conocía la serie, pero no vi más que algunos capítulos cuando era pequeño y no conocía gran cosa de ella. Me insistieron en verla y hace unos meses hice un intensivo viendo en unas dos semanas tanto la serie como la película  de Twin Peaks: “Fuego camina conmigo”.  En general consideraba que no estaba mal; muy ochentera, pero en su época entiendo que fuese algo rompedor.

 Para mi tenía momentos interesantes pero era algo lenta, las partes “magiconfusas” no terminaban de estar mal, aunque en otras partes me daba la sensación de que la cosa no terminaba de estar clara para el propio autor.  La clara ausencia de Lynch en los episodios finales era innegable, algo se había perdido. Y la película… debería tener una advertencia al principio que dijese: Solo apto para fans (rodado con poco presupuesto).

 Bueno, el otro día llegaron los nuevos episodios, os cuento:
Completamente alucinado contemplé los dos primeros episodios, pensando en todo momento: “Qué diantres es esto”  y “Supongo que mejorará”. Continuaré diciendo que llegaron a mi grabador los dos siguientes capítulos y con la cara larga me armé de paciencia y vi el tercero.  Esperé y desesperé durante todo el capítulo y necesité un par de días más para poder ver el cuarto episodio,  solo os diré que ha llegado el quinto y no sé cuándo lo voy a ver o si lo veré.

Y es que parece que Lynch no ha visto nunca Twin Peaks o una serie actual; puede que no tenga claro cómo se cuentan las historias de hoy en día o simplemente decida ignorarlo. La serie es lenta y farragosa; entiendo que quisiese imitar aquello que funcionó de las dos primeras temporadas; pero no tiene claro qué es lo que gustó a la gente. La esencia de la serie era el personaje del agente especial Dale Cooper investigando el asesinato misterioso de Laura Palmer; en el pintoresco pueblo con todo tipo de personajes. La parte de cosas locas y mágicas estaba bien para adornar lo demás, pero lo importante que era la investigación del asesinato.

 En esta tercera parte de la serie tras los famosos veinticinco años que debían pasar para que se volviesen a ver Cooper y Laura Palmer tiene muchos peros; la trama es confusa, los personajes son planos y apenas hablan. En un primer momento es entrañable, esperas ver a alguno de los míticos personajes y decir: “que viejo está” o “anda, cómo ha cambiado”; pero esa magia se esfuma a partir del segundo y larguísimo episodio.
Lynch quiere centrarlo todo en la parte mágica, el episodio tres directamente da la impresión de estar convencido en que si a uno le da una embolia nadie se da cuenta. ¿Se supone que eso es gracioso? Al terminar de ver los capítulos uno solo se queda con la idea de: “¿Quién es el que ha pagado semejante despropósito? “

Ya os digo yo supongo que el mito ha sobrepasado al hombre y la fama de las dos primeras temporadas, ha podido con él haciendo que no tenga demasiado claro qué es lo que gustó a la gente.


Otro ejemplo de esto si queréis podría estar en los dos últimos capítulos de Neon Genesis Evangelion toda una ida de pinza al quedarse sin dinero la productora. La gente eleva esto a un nivel de icono de la genialidad. Así en ambas series la suerte jugó un papel extraño en la que sus creadores no entendieron bien qué es lo que gustó a la gente realmente.  Intentar repetir un proceso que se ha dado por la casualidad es realmente complicado, ya os digo que tengo cosas mucho mejores que hacer que ver esta serie. 

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